La luz infrarroja es un tipo de radiación electromagnética ubicada en el espectro de la luz invisible para el ojo humano. Esta radiación tiene longitudes de onda más largas que la luz visible, y se encuentra entre el espectro visible y las microondas.
La radiación infrarroja se produce en todas las formas de calor. Es la responsable de la sensación de calor que experimentamos cuando nos acercamos a una fuente de calor como el sol, una estufa o un cuerpo caliente. Esta radiación se utiliza en diferentes aplicaciones, como en la medicina para tratamientos térmicos, en la industria para el secado de materiales, etc.
Los infrarrojos se suelen clasificar principalmente en tres tipos: onda cercana, media y lejana, dependiendo de su longitud de onda. Cada tipo tiene diferentes aplicaciones y propiedades, pero en general, la radiación infrarroja es fundamental para la vida en la Tierra y tiene múltiples usos en distintas áreas.
El calor infrarrojo se produce cuando un cuerpo emite radiación electromagnética en forma de fotones con una longitud de onda entre 700 nm y 1 mm. Este tipo de radiación es invisible al ojo humano pero puede ser percibida como calor por la piel. Se produce de forma natural en la Tierra a través de la radiación solar, la radiación emitida por los cuerpos calientes como los animales y las plantas; y también puede ser producido artificialmente por dispositivos como lámparas infrarrojas, estufas o emisores térmicos.
El calor por infrarrojos funciona emitiendo radiación electromagnética de baja frecuencia que calienta los objetos directamente en lugar de calentar el aire.
Los sistemas de calefacción por infrarrojos utilizan elementos calefactores, como lámparas o paneles, que emiten una radiación infrarroja que es absorbida por los objetos.
El calor por infrarrojos es una forma más eficiente de calentar un espacio o superficie en comparación con los sistemas de calefacción convencionales, ya que evita las pérdidas de calor asociadas con la circulación de aire caliente y es uniforme en todas la superficies directamente irradiadas.
Clasificación común de la luz infrarroja
Infrarrojo cercano: Tiene una longitud de onda que va aproximadamente desde los 780 nanómetros y 1 milímetro de longitud de onda. Se suelen utilizar para espectroscopia, visión nocturna, etc.
Onda corta infrarroja: Tiene una longitud de onda que desde los 1,4 a los 3 micrómetros. Las ondas cortas IR son comúnmente utilizadas en aplicaciones de calefacción y secado, sistemas de seguridad, comunicaciones por ir y terapia de calor.
Onda media infrarroja: Tiene una longitud de onda que desde los 3 a los 8 μm y se utiliza en una amplia gama de aplicaciones como la detección y control de temperatura, seguridad y vigilancia, la termografía industrial, la inspección y monitorización de procesos industriales…
Onda larga infrarroja: Se encuentra en el rango de longitudes de onda de aproximadamente 8 a 15 μm y se utiliza en aplicaciones de calentamiento en la industria y en calefacción de espacios exteriores.
Infrarrojo lejano: abarca longitudes de onda generalmente desde aproximadamente los 15 μm a 1 mm. Esta forma de infrarrojo se utiliza en aplicaciones de terapia médica y en la comunicación inalámbrica a larga distancia.

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